¿Cómo puede regodearse alguien con el dolor ajeno?
Disfrutar del llanto de alguien que sufre,
Reír cuando el indefenso está en el olvido,
No tener un poco de empatía,
Ni dar un abrazo a quien lo pide.
Es dejar de un lado el amor al prójimo,
Alejarse de Dios teniéndole tan cerca.
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