Son tiempos difíciles para ser buenos.
La buena conducta de imagen de hoy, se resume en aparentar.
Debemos coleccionar un abanico de máscaras de encaje rápido, con el objetivo sin objetivo de adaptarse a cualquier situación con un notable.
Debemos construir un fuerte como fortificación permanente a nuestro entorno, para que no haya invasión por sorpresa, no vaya a ser que nos pille sin las máscaras de agradar y ser descubiertos como buenos…
Eso sí, no podemos confundir las máscaras, sería un verdadero desastre en nuestra vida social.
No quiero imaginar si recibo al colectivo feminista con la máscara del colectivo machista y así sucesivamente, Pues cada cual a su cual.
Con un mundo repleto de herramientas regaladas, para confeccionar una sociedad de apariencias, ser uno mismo es suicidio o camino a la invisibilidad.
Ser bueno es, como una pieza de puzle perdido en el basurero.
Encontraremos el sencillo, inmortalizado en un museo de objetos perdidos.
Cualquier día, saldré a las calles sin máscaras y declararé Guerra.
Pero, llevaré tacones, por si salgo en la prensa local…