El Mar fue nuestro cómplice, ¡en aquel tú último beso!
¡Beso que marco mis labios! y me hizo tu espía.
¡Y Hoy!, sois junto a mí un sombrío reflejo.
¡Anda! recoge tus maletas y ábrete paso al misterio.
¡No eres culpable y tampoco lo soy!; Nadie lo es.
Seguid adelante que cuando acabe lo mejor de tus años,
Allí estaré esperándote al final del camino.