Me abrazaré a tu alma primero
a los intersticios inmateriales de tu sentir primigenio.
El núcleo irreconocible de mi ser
apabullado por la intensidad de tu amor
encontrará su cauce en la receptividad de tu femineidad absoluta.
La historia de tu y yo, derivará en un amor ancestral, atemporal
prodigio del universo, totalidad absoluta.