EN LA PERFECTA ARMONÍA
Sabe el sabio la razón,
de la difícil contienda.
La sutil inteligencia,
que escudriña la verdad,
horada la ignota ciencia,
de secretos salpicada.
La tenebrosa morada,
donde se aloja la bestia.
La intrincada pasarela,
de palabras tachonada.
Sutil la certera idea.
Frágil la mente sin duda,
que con dudas no se gesta.
Conceptos que se elaboran,
como madejas espesas.
Tiempo de intrincadas notas,
que desentonan y vetan.
Con la sangre a borbotones,
surcando la mar inquieta,
de telúricas pasiones.
Una olvidada cometa,
que de la Tierra se aleja.
Nada entre efluvios de versos,
sobreponiéndose al miedo.
Sobreviviendo percibe,
cada matiz del encierro,
donde habita la conciencia.
Mientras se disuelve el humo,
de los furiosos encuentros,
con la vida que palpita.
entre ideas que dormitan,
sobre la piel del cerebro.
Se asoma el Sol lentamente,
avisando de su euforia.
Reflejos en la memoria,
de cegadora mirada.
Una corriente traidora,
que lentamente somete.
La incipiente claustrofobia,
que ahoga sigilosamente.
Y la sádica encerrona,
de la locura que vuelve.
Planetas en el espacio,
en su existencia latente.
Una mirada silente,
dice más que el griterío.
Más aterido de frío,
vive quien nace sin mente.
Girando como planetas,
sin parar, tozudamente,
vorágine y griterío.
El tiempo aprieta la cincha,
en el cuello de los sabios,
descubriendo entre los labios,
la misma sabiduría,
al tiempo que abre los brazos,
para recibir el día.
Senderos en el espacio,
de escabrosas travesías,
para caminar despacio,
saboreando cada vida.
En la perfecta armonía,
de los perfectos espacios.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
07/08/2019