DEMÓDOCO

ABRAXAS

 

 

Por Alberto JIMÉNEZ URE

 

Una princesa ya fallecida

 Aseveró que nací Abraxas:

«Dios» y «Demonio», sin saber que,

Durante cada madrugada, imagino

Desollar el Corpus del Mundo para luego,

Ya luz mediante, pervirtiéndome, invitarlo

Al «confesionario» donde le doy hostias.

 

Vio cómo suspendía los signos vitales del cosmos,

Para luego resucitarlo y recordarle que no soy peligroso.

 

Si estuviera viva, habría cambiado su juicio:

Ninguna persona es la percepción del otro […]

 

Soy un mortal cuya existencia

Cabalga sobre la imaginación emancipada.