Todos llevamos estigmas
De dolor y desventura,
De castigo y de tortura,
De fatuas poses indignas;
Es que hay mil paradigmas
Que impone falsa cordura,
Llena de infausta diablura
De muy remotas consignas;
Y sin querer aceptamos
Ser compinches del error
Que algún día negamos
Por equivocado fervor;
Con orgullo rechazamos
La pureza del amor…