Rodando como roca por el mundo,
De pronto me encontré con tu mirada,
Mi vida siempre fue de vagabundo,
Inventando ilusiones de la nada,
Sintiéndome en momentos moribundo,
Siguiendo de milagro mi jornada,
Cual gitano retando al inframundo,
En una situación desesperada,
Pero triunfando siempre tan rotundo,
Como lo es hoy el placer de tu llegada.
En mi curso miraba tantas flores,
Irradiantes y llenas de belleza,
Entre todas miraba las mejores,
Con ellas olvidaba mi tristeza,
El perfume letal de sus olores,
A mi alma la llenaron de grandeza,
El tono tan vivaz de sus colores,
En ambiente tan lleno de certeza,
En ellas encontraba mil amores,
Que inundaron a mi alma de riqueza.
Mi mundo se ha tornado diferente,
Y tu alma fue una fuente de solvencia,
Mi mundo se ha tornado tan ardiente,
Penetrando en el fondo de mi esencia,
Eres una fragancia contundente,
A ti ya te imploraba con clemencia,
Sintiendo tu existencia reluciente,
Esperaba llegaras con urgencia,
A quitar mi tristeza, transigente,
Todo mal terminó con tu presencia.