Tu sonrisa trasmite alegría y tu inocencia me enamoro,
no puede pasar un día sin que le agradezca a Dios
por haberme bendecido con tu amor.
Tus suaves manos me entregan caricias nuevas cada día,
a veces no me creo ser merecedor de tan grande dicha.
Mi vida no sería la misma si no estuvieras aquí,
pues sólo a tu lado he aprendido a ser feliz.