Y frente al peloton de fusilamiemto , con las axilas llenas de golondrinos y los dedos chatos de tanto whatsappear , el general aureliano buendia recordaba entrañablemente aquellos sus dias en casa de su abuela ursula , calurosos y alegres en que juntos miraban sin tetas no hay paraiso al lado de pilar ternera quien llevaba la coca y las botanas cada tarde despues de hacer pescaditos de oro en el laboratorio de su abuelo el gran alquimista aprendis del señor melquiades un youtuber muy famoso e inteligente esoterico y paranormal o quiza subnormal como dicen los españoles miemtras ellos miraban su serie en netflix amaranta y el prieto crespi un morenazo de venezuela que se exilio en macondo y despues saco un blog de musica y buenas costumbres ... si porque tenia la costumbre de andar bien vestido y bien comido y tenia que buscarse la vida de algun modo ademas de cortegar a la amaranta que era niña bien de dinero .
Asi el coronel hacia remembranza y nostalgia de los dias en la guerra del castaño y de rebeca y sobre todo todos de los arcadios y aurelianos su parientes
En segundos años de su vida pasaron por su mente retorcida , lo bueno que dejo fotos en instagram de ello .
Recordo como por primera vez como su abuelo lo llevo a conocer el hielo y otras drogas , de pronto escucho al señor roque carnicero que gritaba ¡preparen! ¡apunten! ¡fuego! Y al unisono mil balas atravezaban su cuerpo mientras. escurria un atole negruzco y carmesi de su cuerpo y un hilo de su sangre corrio por toda aquella bella ciudad platanera y bien trazada hasta llegar a casa de su abuela inmediatamente las moscas se dieron un festin mientras la sangre corria y un olor a polvora infernal inhundo el pueblo , las putas tomaban con el dedo chiquito un poco de su sangre y se persignaban como si hubiese muerto un santo , un gallero amigo de su abuelo llevo su espiritu al infierno mientras en luchaba con el para impedirlo siguio su propia sangre convertido en anima eterea y blanquesina hasta llegar al televisor donde su abulela y pilar ternera miraban solas un capitulo de pablo escobar al darse cuenta de tanta aberracion cultural e indignado le dijo a prudencio aguilar vamonos ya que esto se ha perdido .
Asi el coronel se fue al infierno y espera la correspondencia de sus decendientes pero lo que no sabe es que el coronol no tiene quien le escriba y su vida fue la cronica de una muerte anunciada .
Hoy en macondo la vida sigue y sigue muy bien .