Desde la orilla del mar
he visto batir las olas,
llegar el viento del sur,
y empujar las caracolas.
En su interior se escuchaban,
ruidos del fondo del mar,
parece ser que decían
a esa mujer vas a amar.
Quizás fuera una sirena
que me ha querido embriagar,
con la magia de sus cantos
cuando salga a navegar.
En la arena se diluyen
esos cantos de sirena,
al retroceder las olas
y quedar la mar serena.
El amor es un instinto
y a veces pura ficción,
puede ser que aquellas voces
fueran de mi corazón.
J. Piñeiro