Tu mirada ardiente
de volcán sinuoso
de pasión candente
y de cuerpo hermoso.
De labios que invitan.
de piel que implora,
de manos con ansias
y ansia de caricias.
A lo lejos el deseo visible,
la emoción terrible,
y tiempo que desespera
en lo invisible.
La mirada cuida a su pasión que vuela,
esconde su deseo, secreto de realeza.
Un olor de la naturaleza
llega a la otra orilla
saltando, con noticias del fuego
que arde en el dulce interior de enfrente.
y el deseo, fuego del mismo deseo,
se juntan, se besan, se acarician
y se aman intensamente.