El primer amor, fue solo aventura y una hija de por medio;
Yo, inconsciente e inmaduro, lo demás, lo borro el tiempo
Cobrándomelo después y llorando luego; aquella primera vez;
Tiempo después, he vuelto a recuperarla, solo para posponerla.
El segundo amor, fue más en serio, con Iglesias y Estado,
Parecía que, por fin, mi barca llegaba a buen puerto,
Sin embargo, había más océano, que playa,
De nueva cuenta mi barca empezó a naufragar.
El tercero, fue ella Que con desprecios y desdenes,
Me empezó a enamorar Y cambio mi vida,
Entro como una espinita, despacio, sin sentir; pero profundo
Y con el correr de las noches y los días, cayo donde mismo.
Fue un ir y venir por tantas partes, Un amor soñado por Sartre y Simone Vivía solo para ella. Fui esclavo de sus deseos y pasiones
Pero un día termino, la cadena se reventó y fui esclavo en rebeldía, aun no era un quetzal, ni conocía los aires.
Cuando ella se fue La tarde era roja y se tornó oscura la noche;
Con los insomnios de ese día, construí varios poemas, pero ella
se fue, no alcanzo a leerlos, rodaron mucho tiempo por el piso, cercano a las latas vacías de cerveza y por encima de la guitarra.
Era de esos amores tempranos, que madura con la vida Pero no quiso el amor que mi corazón brindaba Y se fue temprano, dejando su olor en las sabanas y su recuerdo, tatuado en mi pecho, el cual también se fue, cuando me arranque el corazón.
Cuando ella se fue, en mi lago, cantó un cisne, la más bella música escuchada; Sin embargo el dolor aun habita en mis sonoridades Y mi verso, pregunta por ella, cuando por las tardes las sombras me atormentan y hago ese recuerdo de esos años.
Así termino, mi tercer amor Porque en verdad, mi alma la requería y mi corazón la amaba. Pero los ruegos fueron inútiles, pues tenía prisa Por abandonar la vida que le daba Y término así, mi tercer amor, los otros que han llegado…solo han llegado.
LENNOX
EL QUETZAL ENJAULADO