Yo también te quiero, como la cálida brisa que arroja el verano
mientras espero verte sirenita argentina por este océno cantando
Te quiero tanto como se quiere al aire,
a la noche, a la luna,
a las doce o a la una,
respirando vívido el aroma que emanes
desde tus cartas amadas,
desde tus preguntas a la nada,
justo al momento de soñar con el amor.