Quién diría qué me ibas a hacer tanta falta
qué cada día que la brisa caía en mi cara,
te recordaba;
allí me daba cuenta que tan sola estaba,
ver a todos ir juntos de la mano,
ver que sonreían ,
saber que se amaban a pesar de todo,
y recordar nuevamente que me dejaste de la nada
lo más triste,
es que te extrañaba y mi alma te lloraba,
dejaste ese vacío en mí
y eso no era lo que yo anhelaba.