En el umbral de tus ojos pierdo el miedo.
Vuelo y esta noche tengo antojo
que mis dedos aniden en tu pelo.
Me abres la piel y me untas tu miel en
beso.
Tu alegria me completa y moja
de sus labios sale el dulce veneno.
Empiezas a subir de nuevo
y la luna del ombligo es besada
que abro los ojos para sentir tu aliento.