Danae Beltrán

Consuelo

“¿Qué si me duele?
Fue como una flecha que entró sin piedad
Rompiendo mis tejidos atravesando lo más profundo de mi ser…
Tal cuál la boca de un gran depredador
Se cierra sobre la presa indefensa,
Así fue el abismo cerrándose conmigo adentro.

¿Qué si me duele?
Grande fue la traición,
Amargo fue mi llanto,
Noches en vela pasaba,
Amanecía con mis ojos enrojecidos,
¡Oh, cuan grande fue mi dolor!

¿Qué si me duele?
Vaya que si,
Pero un susurro irrumpió el silencio
Y una dulce voz se hizo escuchar en medio del sufrimiento,
Palabras de aliento se hicieron resonar en medio de mi sollozo,
“Yo estoy contigo”

Tal cuál el niño es cachado por los brazos del padre
Así mi alma recayó sobre los brazos del creador,
Tal cual manantial en un desierto,
Así mi espíritu halló consuelo.
Tal cual cordero en los brazos del pastor,
Mi corazón halló descanso.

¿Qué si me duele?
Imposible mentir,
Más tu has enjuagado mis lágrimas
Y has sanado mis heridas.
Con brazos de amor me has acercado
Y con gracia me has recibido.
Imposible negar el consolador de mi alma,
El padre que me abrazó,
Y el hijo que me encontró.”