Esta noche me dediqué a contemplarte, a la luz de la luna.
Me declaro adicto a ti, a tu belleza, al brillo de tu tez,
adicto al romántico fulgor de tus ojos,
y cómo matiza el inocente candor de tu rostro.
Rayos nocturnos destacan tu larga cabellera, perfecta,
de fragancia sublime, de agradable textura, hermosa,
que al acariciar deseo perderme en ellos,
hasta sentir que es suave nube que me lleva al cielo.
Esta noche me dediqué a disfrutar cada detalle de ti, a celebrarte.
Celebrar la frescura de tu sonrisa, alegría que me enamora,
pureza que me quita el aliento cada vez que, sin aviso,
me deslumbras con tu alegría soñadora.
Para al final probar tu piel, dulce, apetecible,
que invita al festín de recorrerla, completamente,
a base de besos, caricias, hasta saciar
la sed de amor que tu corazón reclama.
Esta noche decidí amarte, bajo la luna,
hasta sentir que hemos llegado a las estrellas.