Lo lamentaré por toda la vida; aquél instante en que te fallé.
Dulce amor; dolor y recuerdos, nuestro inolvidable amanecer.
Una rosa, para pensar en ti, un respiro, para dejarte ir y así descanse mi corazón.
Otra noche jamás, ya nunca un hermoso despertar, no se repetirá tu voz diciendo que me amas...
Todo lo que he poseído, lo devolvería a la vida, todo y aún más.
Entregaría lo que resta de mis días, hasta despojar la maldad en mí.
Si lo imposible fuera necesario, pediría un milagro, sólo por volverte a sentir.
Es merecido un castigo, la culpabilidad causa estragos en mi arduo caminar.
La victoria no me importa, pues lo más valioso lo perdí.
Una promesa con banalidad, nuestra historia no se contará jamás.
Pero aún me queda un último sueño, contemplarte y sonreír.
Suplico una petición que salga de la pureza, en tus labios.
A pesar de un mundo ordinario, haría al menos una maravilla porque estuvieras aquí.
Creo que quizás sea necesario que mi alma se mude a otro lugar.
La eternidad sólo dura un día, cualquier cosa lograría por volverte a sentir.