Un niño ve un mapa de cerámica. En él aparecen pueblos y ciudades. La plaza de las fiestas y las maldades. Y ve la hermosa huella cristiana y islámica. Tener todo un país bajo tus piés. Es para el niñon un privilegio. Recorrerlo todo no es sacrilegio. Ver todo un país sin dar un traspiés. Vivir sin miedo al pecado. Es privilegio de un niño. Que disfruta del cariño. De todo menor amado. El mapa ha desaparecido. El niño ya no está. Pero él nunca se irá. Aunque el niño haya envejecido.