Ella sólo se marchó,
Me dejó hecho mil pedazos;
Intenté seguir sus pasos,
Pero se desvaneció;
Mi corazón le grito:
-Ya no quiero más fracasos,
-Basta de grises ocasos;
Pero, el suyo, enmudeció;
Traté en vano de escapar,
Quedé tan adolorido
Que fui incapaz de llorar:
Es a quien más he querido;
Jamás la podré olvidar,
Quedé muy solo y herido…