kavanarudén

Atardecer

 

 

Me perdí silente en la cálida tarde.

Me besó el ocaso con mucha ternura.

La fresca brisa me abrazó sin premura.

El astro rey se ocultaba sin alarde.

 

Entre tantos recuerdos apareciste.

Acaricié tu frágil, tierna figura.

Siempre hermosa, mi galante creatura.

En ese primer amor te convertiste.

 

Sonreí admirando el límpido horizonte,

Respirando la fragancia de la tierra,

frutos y flores silvestres de la cierra.

Mientras escuchaba el canto del cenzontle 

 

Gracias vida por haberte conocido

permanecerás hoy y siempre en mi ser

cual jardín eternamente florecido.