Ámame en el invierno, en la primavera, en el verano, o en el otoño.
Ámame en el invierno:
En el hastío de tus días grises y en los momentos que te sientas sola
En la nostalgia de tus recuerdos y cuando sientas la ausencia de quien ya se fue
Ámame en la primavera:
En la aurora que da brillo a tu ojos
En la fragancia de un rosal en flor
En los abriles de tu cumpleaños
Ámame cuando de alegría hagas un derroche
En tus sueños y hasta en tus fantasías
Ámame en el verano:
En los días soleados o en la fresca sombra de la alameda
Ámame en la humedad de tu piel mojada
En el calor de tu cuerpo y en tus noches de insomnio
Ámame en el otoño:
En el color de las hojas doradas
En esas noches de luna llena y en un cielo estrellado
Ámame en el paso del tiempo
En el ocaso y el atardecer de la vida...
Ámame como quieras pero ámame