Hoy de pronto tu mirada
esbozó una curvatura para esta línea recta,
y de pronto me ví como el Hombre que descubrió al fuego;
en el asombro de mil astrónomos al contemplar
nuevas estrellas.
Creaste con tu fulgor:
un rayo de esperanza para este prado ordinario;
una señal, para engendrar memoria verdadera.
Hoy tu destello fue signo de agua
para este río en agonía;
una vela rasgando mis abismos.
Hoy tu susurro
es un murmullo estelar
un boceto metafísico
una barca inédita.