A vuelo de cóndor, digo,
Patagonia la bravía,
Patagonia sedienta,
Patagonia de las cumbres
y las venas caudalosas,
Patagonia de las nieves
y del aroma a manzana
entre las bardas resecas.
Patagonia y roquedales
que atisban su extenso mar,
viene bajando del norte
creando jardines nuevos
a la vera de los Andes,
con espejos cristalinos,
con reflejos de volcanes
y sus arcaicos ardores.
Patagonia y el misterio
que guarda el verdor del bosque,
rumores del arroyuelo
y melenas de cascadas
que bañan a las mutisias,
al rojo de las aljabas
y a los brazos portentosos
de gigantes de madera.
Patagonia y su meseta,
enorme y ocre desierto,
reino de los jarillales
de matasebos y zampas,
refugio del zorro astuto
y del choique cauteloso,
azul de cielo profundo,
noches del millar de estrellas.
Patagonia la aborigen,
la del Pehuén y la ruca,
la del tropel y la chuza,
del cultrún y el loncomeo,
la del viento que me abraza
y trae recuerdos viejos.
Patagonia de los hombres
y mujeres esforzados
que van dejando jirones
de vida en la lucha diaria
por el bien de nuestra tierra
y engrandecer a la Patria.
Patagonia a vos te canta
el trinar en la foresta
y mi poema que llega
con un dejo de nostalgia.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
En esta poesía hay vocablos del mapudungún, lengua del pueblo mapuche:
Choique: Ñandú, ave corredora de la pampa y Patagonia.
Pehuén: araucaria araucana.
Ruca: casa.
Cultrún: instrumento musical.
Loncomeo: rogativa, estilo musical y danza del folklore tehuelche-mapuche..