Jamás escuché la respuesta a mi plegaria
Sólo dije, Señor enséñame a amar
Ignorante a mi petición el Señor me concedió mi plegaria
Ahora el peso de esté amor me va consumiendo y pronto tan sólo quedara el amor que yo siento...
El cáliz redentor de este gran amor que por ti siento