Renuncié a aquella alegría
De una sincera amistad,
Por tratar de conservar
La rutina de mi vida;
Pero aunque se ven tranquilas
Las ondas del manantial,
En el fondo quedará
Esa imagen de mi amiga;
Padre, tan solo te pido,
Que dondequiera que esté
Si se le escapa un suspiro
Le digas que está en mi piel
El calor de su cariño
Como secreto placer…