El duty free
Me hace muecas
Y me persigue jugando
Mientras escribo
Pensando
Que el aire se hace
Pesado.
La ropa
Que me queda
Está llena
De jirones
Que van volando
Hacia el viento
Y no sirven
Para nada.
El duty free
Está dormido
Con sus ventanas
Abiertas
Y sus botellas
Selladas
De vino y licores
Finos
De colores vigorosos
Y de perfumes
Que se huelen
Desde lejos
En la distancia.
Son mesas
Y estanterías
Abarrotadas
Con las fragancias
Que se apilan
Por delante
De las cajas
Donde cobran
A turistas
Que esperan
Sus vuelos
De cabotaje
Yéndose en aviones
Que suben
Y que aterrizan
Sin esperar
A que abran.