Vendrá la muerte silenciosa un día
vendrá dispuesta a completar su hazaña
y en sus huesudas manos la guadaña
hará más tétrica su figura impía.
No tendré tiempo de increpar su arrojo
pues he vivido suficientes años
he superado todos mis peldaños,
hilando sueños y saciando antojos.
De saborear la vida tuve el gusto
pues vi crecer a mi familia amada
y aquella luna fue también mi aliada
al insuflarme su amor impoluto.
Por eso yo no temo tu llegada
pues todo aquel que nace va muriendo
cada día que pasa como el viento
se acerca más a Dios y a su morada.
La madre tierra me extiende sus brazos
esta esperando mi humilde regreso
he de volver escrito está en mi verso
cuando mi padre me llame a su regazo.