Me suena tu respiro sibilante
Junto a mi cuello y mi oído,
¡Cuán maravillosa! el desván,
La catedral con su campana,
Y tu vestida de mujer y novia.
Como una canción de amor,
Me suena tu canto matinal,
Aún los azulejos y colibríes
No han aprendido la lección.
El trino vespertino en tu boca,
Emula ondas cálidas y sonoras,
Que me lanza a un paraíso,
Donde el otoño y la quietud
Se juntan en mil colores.
Como una canción de amor,
En atardeceres de agosto,
Cuando las nubes pintan
De blanco los paisajes...
Hay un poco de tí
En cada sorbo del café,
Me sabe a delicia,
Me sabe a los besos
Que me mandas en texto
Todas las madrugadas.
Autor: Alex de Jesús