Ahora que,
entre notas de guitarra,
se me cae la cara...
Luego el viento
es una cosa,
una frase sin sentido.
¿Quien pidió sentido al olvido?
al corazón no le sienta
ni levanta
la demanda, ni el notario,
ni el cubo, ni palabras.
Icosaedro de luces,
pensar que necesita
más la verdad de la mentira,
que la mentira
de sí misma...
Luego, ahora,
y ahora, luego de los labios,
de la sangre, del pecado,
consolado el corazón
y las palabras sobran
y las letras y los puntos
si el poema sólo es
el ahora del te quiero...