Un rayo de sol penetra
tras la vetusta ventana,
entrando por esas grietas
al despuntar la mañana.
Un viejo arcón de madera
en la esquina apolillado,
parece guardar recuerdos
de los años que han pasado.
En la mesa de nogal
el poeta ha vertebrado,
miles y miles de versos
a la luz de candelabros.
Frente al isabelino espejo
su musa se colocaba,
con su belleza lograba
los efectos de un reflejo
que al poeta le inspiraba.
El amor y la nostalgia,
tragedias y desencuentros,
son fuentes donde bebemos
aquellos que hacemos versos.
J. Piñeiro