Como abeja vibradora entre átomos de aire
recorriendo sin rumbo las regiones ignotas,
así percibo, oh seductora, tu presencia
cuando me hallo inmerso en el mundo de las sombras.
Como lacerante aguijón emponzoñado
que en mis carnes intenso sufrimiento provoca,
así siento en mi alma tu dilatada ausencia
cuando me dejas en este mundo de zozobra.
Cual sutil y aromática rosa centifolia
que perfuma mi jardín entre todas las rosas,
así abrumas y embriagas todos mis sentidos
cuando noto junto a mí tu presencia amorosa.
Cual gélido y lacerante puñal que atraviesa
de mi dolorido y triste corazón la aorta,
así me siento, exánime y desvanecido,
cuando indolente, oh cruel, me dejas a solas.
Canciones de amor.