Recoge los ecos
de tiempos pasados
que tienen rescoldos
de risas y llantos,
no olvides los días
de aquellos veranos,
las tardes, las noches
soñando y hablando.
Que fuimos felices,
no puedo negarlo,
por tantos suspiros
en calles y bancos;
las horas pasaban
y en ellas vibraron,
los pechos, las alas
de nuestros costados...
Y el tiempo, ¡bendito!,
quedó en esos ratos,
allí con nosotros
uniendo dos labios,
y fuimos, sin duda,
los niños de antaño,
viviendo la vida,
soñando y amando,
subimos colinas
y a ríos bajamos,
con robles y hayas
al cielo buscando,
nosotros, con ellos,
la vida gozamos,
sintiendo a los cielos,
azules, llamarnos...
\"...Recoge los ecos
y toma mi mano,
no temas, que nunca,
me iré de tu lado...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
01/07/19