Y así es como la insustancial arriba…, así el miedo nos va guiando a dejar los sacrificios y asumir la ligereza.
Lo vano que inunda las sendas transitadas por sobrevivientes, por aquellos que nos dejaron sus vivencias como referentes. El temor al sufrimiento nos impulsa a aceptar lo fácil y al contado. Porque entregarse es peligroso, es arriesgarse a ser pisado y entonces en la superficie, no encontraremos a un ahogado.