Otro día que perezosamente paso
A 1600 kilómetros de tus labios
El sol atreves de las bardas
Me hace un guiño con su último
Haz de luz y se pierde.
La noche se viste con su mejor traje
Y el griterío de los niños en el parque
De a poco se fue diluyendo hasta
Quedar en completo silencio
Desde la soledad de este banco
Veo pasar una pareja que se sonríen
Mientras sus manos se entrelazan
Se detienen por unos pocos segundos
Para cruzar miradas y darse un beso
Y luego perderse entre la arboleda.
De repente siento mucho frio
Y decido llevar mis pensamientos
A ese rincón en la casa donde soy
Un total desconocido.
Siento como hierve mi corazón
De tanto pensarte Cristina
Me sofoca este vacío inmenso
Que es como una luz que se apaga
Dentro mío.
Miro por la ventana el horizonte,
Como buscándote, pero sé que estoy lejos,
A unos 1600 kilómetros de ti,
Mujer amada mía.