Vienes
y aquí ansioso, esperando, me tienes;
llegas
y ya, al punto, tu encanto despliegas;
sin prisa,
conmigo a merced de tu sonrisa,
te instalas,
y estrena mi ilusión nuevas alas;
te quedas
y en mi alma entre pliegues te me enredas;
tu encanto
se adentra por mis poros entretanto,
me atrapa,
y el tiempo vuela raudo y se escapa
y, en nada,
dejando mi estancia desolada,
tu partes,
y el tiempo se llena de esperartes;
me tienes
de nuevo soñando con que vienes.
© Xabier Abando, 14/10/2018