Florecillas de otoño
con sutiles aromas
perfumando senderos.
Por caminos estrechos
van cantando los sueños
sin que nada consiga
sacarlos de su empeño.
Corriendo tiempos duros
un día y otro día
compartiendo el silencio
absoluta porfía.
Ahí está frente a ti
una pequeña sombra
que detiene tus pasos
Y te hace sonreír.
Con su doble sentido
Y su diario discurso
en el tiempo perdido.
Como aroma en el viento
como sal en el agua
con el traje discreto
y su hablar sin palabras.