( Coro de obreros , estudiantes de bachiller y del FP, mendigos, y señores del juego en las butacas dentro del bingo, cantan línea y contemplan a unas vedets de cabaret levantar sus faldas)
Esta es la historia de la ciudad educadora, una ciudad dormitorio porque están cerradas la mayoría de sus fábricas, el campo abandonado, y sus granjas vacías , pero prospera contra la adversidad levantando todas las semanas una casa de apuesta y dos bares. Su población más cualificada, comprometida y crítica, se da por vencida , huye hacia Alemania, y la que deambula por ferias y caminos hace en esta su morada. No hay empleo decente, ni moral buena, ni gente que haga buenas obras en esta ciudad educadora llena de vicio y miserias. Como racimos se amontona lo más representativo de su sociedad, y se esparce en las puertas de los servicios sociales, el Ayuntamiento, cáritas, la cruz roja pidiendo y cantando:
Hemos nacido para ser obra social.
Por esto cantos de sus hijos, recibe fondos como ciudad educadora. No quiere ser solo educadora por una cuestión de prestigio , para presumir en las localidades vecinas de cultura, sino que es una cuestión de subvenciones.
Hay voces que se alzan, y piden que se acojan también a ser ciudad del juego, y reciba ayudas para levantar más casas de apuestas, quizás así llegue algún libro a la biblioteca.
Fin del coro.
Señores y señoras,
entren a la casa de apuestas de la ciudad educadora y jueguen.
La suerte está de parte del que no tiene nada.
Pedro moneda se aburre en matemáticas estudiando probabilidades.
Y se va a la casa de apuestas después de parar por su hogar y en el banco.
Su madre está trabajando limpiando colegios,
su padre en la obra construye un casino.
Pedro moneda llega a la casa de apuestas con todo el dinero de casa.
Le gusta una maquina que le enseña su ranura ,
y le mete afilada moneda frotándose las manos.
Luces y sonidos llenan la mente y el corazón de Pedro Moneda.
La suerte está echada,
Por muy poco consigue el tesoro,
Se le escapan los limones, las cerezas y campanas.
gana el pirata barba negra.
El dinero de Pedro moneda se ha esfumado en 4 horas.
La pasta la tiene la casa de apuestas,
!Que faena! se ha arruinado la familia en una mala jugada.
Cuando regresa por la noche de la casa de apuestas a su hogar
EL padre y la madre de Pedro Moneda le esperan.
Saben donde ha estado, y que ha pasado.
El padre lo consuela al verlo afligido.
Pedro, hijo mío, no estés triste, la condición del pobre es siempre ser pobre.
No existe suerte que cambie para él, ya lo has visto.
Para que se lo quede el banco , es mejor que se lo quede la casa de apuestas o las casas de putas.
La clase trabajadora lleva grabada a hierro en su alma su condición de miserable, es incapaz de organizarse. Ni salir de su lodazal y menos si esperan ganar algo con dirigentes que han apostado sus principios sociales a favor de la banca y del juego.
Sino nos ponen hoy en día grilletes en los pies , es porque nos dan un salario para que lo gastemos en vicio.
La madre le pregunta a Pedro moneda:
Hijo mío ¿ te lo has pasado bien?
Si , pero me hubiera gustado ganar para ayudar en casa- le responde Pedro moneda.
La madre le da un beso en la frente abrazando a su hijo al que consuela:
Tienes un corazón de oro hijo mío, nunca lo apuestes.
Angelillo de Uixó.