Que distante tus pensamientos,
Que ligero el amor. Yo te escribo y tú me piensas,
nuestros mundos amenazan con ser una naranja.
Somos: dos mitades de una naranja
Una sola consonancia,
un enlace de sonoridad perenne.
Nuestros mundo distante, se necesitan,
Chocan y se repelan, conversan y se aman en silencio;
Sin embargo no se tocan. Se buscan y se contraen.
Donde nos convertimos
En perfecta melodía
Profunda, penetrante, envolvente.
Llegamos mágicamente a desconocer
La dimensión del tiempo y del espacio,
Así viajamos por la vida en bendiciones y maldiciones
La presencia tuya en mí, es más que un rumor;
Mi presencia en ti es solo una música lejana,
La presencia de los dos, es una aventura.
Cuando vibras para mí, cuando produces música,
Mis letras bailan, Cuando te acercas a mí, mi alma tiembla
Mientras mi corazón baila
Pero cuando té niega a mí,
Cuando no haces posible ese encuentro, muero por dentro,
También por fuera, junto a mi guitarra.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO