Cuando leo, casi siempre me duermo. Escribo y las sombras negras, parecen alejarse. Pero luego vuelven.
Me faltas y quisiera, poder arrancarme de cuajo, esta ausencia de ti.
La gente, los días, la lluvia…
Como extraño oír tu voz
La lluvia de tus palabras
Me giña sus ojos, la tarde
Las nubes no lloran
Parecen disiparse
Y no te siento… Ni siento, nada...