Miro hacia el mar.-Resuena un vallenato.
Una cerveza vibra hacia mí sobre la mesa,
el viento del Caribe a mis espaldas
y en sus entrañas,el gallinazo se recuesta.
El camarón medraba en la laguna,
que ya no es.
Tan sólo ondas de desechos
en una licuadora de violencia
y el cadáver del puente se resigna
hacia una cremación húmeda y cierta.
El resto del paisaje no varía,
las busetas, las motos, bicicletas,
el vendedor de cosas, comederos.
Mucho cemento, poca naturaleza.
Ya no están los antiguos moradores,
que eran artistas aun en horas de pereza.
Resuena el vallenato y sobre el agua
danzan ´perennes las ondas de braveza
y en tierra firme, las ondas de tristeza.