Avanzo,…
Y mientras voy adentrándome obligadamente al camino
también se va quedando atrás el hogar.
Queda un vacío al hablar,
y voy entendiendo, poco a poco que…
Ha llegado la hora de enfrentar soledosamente a mi destino.
Y el carro va sorteando, ya valles, ya montañas,
por caminos estrechos, profundos y de sinuosidades,
todos, totalmente nuevos para mi.
Y voy entendiendo que el significado de la palabra “madre”,
había sido lo más importante en mi corazón.
No sé a donde voy,
mas mi curiosidad y el temor de ésta lejanía
no me han permitido darme el lujo de llorar,
pero se han acercado las estrellas como intentando consolarme.
Hoy no dormiré en mi tibia cama,
Ni sentiré las manos de mi madre tomándome la frente.
Es diferente la vida en el hogar:
Tu sopa caliente,
las tareas del colegio, tu dulce descansar…
Ya…
Han pasado horas y aun no llegamos.
A donde voy,…
Nada de lo que dejo me espera.
He empezado a surcar mi camino
en esta dura aventura de la vida.
Don Alejandro Montes