Dejaron la lucha a medias,
fueron vencidos sin siquiera haber peleado,
abandonados en el medio del campo de batalla,
el lugar donde combatieron el corazón y la razón.
Ha amanecido y junto al alba se han marchado
intentando evadir nuevamente aquello llamado amor,
son forajidos errantes que cabalgan hacia quién sabe dónde,
proscritos por la opinión y el desacuerdo,
hoy son simples pedazos de algo o de nada,
son los sentimientos vacíos que dejo el adiós
de un amor casi perfecto, idealizado.
Son los sentimientos exiliados de un corazón dispuesto,
entregado y feliz, imperfecto si,
del que ya solo quedan vestigios;
hoy se ponen la coraza
que los protege en su siguiente andar,
van rotos pero avanzan
hasta que la penumbra cubra el día
y el olvido muestre la luz.