cómo decidir
entre lo eterno y la esperanza
de seguir
eras una frase
y mucha tos
los últimos días...
no hubo nunca un adiós
y hoy
no se abre sola
ninguna puerta
ni se mueven las cosas
a voluntad
y los ruidos de la casa
son tan baratos y comunes
dónde está
no se aparece
una figura (tu figura) difusa
cruzando
de habitación a habitación
tampoco se oye una voz (tu voz) susurrando
un nombre conocido (el mío quizás)
y no hay frío ni temor
solo vacío
a veces siento en mi pecho
el presagio final
y pienso en que al igual que tú
me iré de estos muros
a donde ni siquiera se puede soplar
como un viento leve...
qué ausente mundo
entonces cómo decidir
si los muertos olvidan más
que los que se quedan
a llorar
buscando en los rincones...
y la esperanza se incrusta
como una espina de cristal
para seguir en la memoria
y sin embargo no alcanza
ni con todas las lágrimas
ni con toda la fe
para que
quien falta no duela