En el corto camino vivido
Deshoje margaritas que se comieron los cerdos
por eso no me importó que las deglutieran
Me sirvieron gato por liebre algunas veces;
lo comí convencida, sin dudar,
¿quién podría ser tan mala persona
para cometer tamaña crueldad?
la de cocinar un gato digo,
la acción de mentir es parte del ser humano.
Recé mil plegarias persuadida
de que los dioses o el Dios supremo me escucharía,
pues son sordos o mis plegarias no eran las correctas,
quizás no existen,
¿o no son escuchadas porque saben mis dudas de su existencia?
En fin, aún, a pesar de las margaritas desperdiciadas,
de los gatos por liebre sacrificados
de mis plegarias unidas a mis suplicas
a dioses que no me tienen en cuenta
camino buscando un destino incierto
una luz, una esperanza que me certifique
que estoy equivocada y tal vez
cuando llegue al final de todo
una voz amada me reciba
en ese paraíso del que tanto
he dudado que exista
Angela Grigera Moreno
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