EN SUEÑOS Y REALIDADES
La vida cruzó la puerta,
del tiempo que la doblega
y sumergiéndose en él,
quedó entre sus brazos presa.
Suspira, siempre suspira,
a quien la vida hace mella.
El tiempo se apropia siempre,
de quien vive en la frontera.
Entre el presente que pasa
y el futuro que no llega.
Entre dos amaneceres,
busca su sitio en la Tierra.
Patético caminante,
que cada paso que yerra,
no se levanta más fuerte,
ni de su caída aprende.
Dando pasos de gigante,
si de sus errores bebe.
Cada escalón se disuelve,
cuando el siguiente se acerca.
Da la vida a quien camina,
el tiempo que le sustenta.
Detrás de los ojos mira,
para su verdad saber.
Aunque apriete el padecer,
la sinceridad obliga,
a cada nuevo renacer.
Y va curtiendo el sendero,
en cada pesada piedra,
en que tropieza el viajero-
con la mirada encendida,
de las brasas del saber.
Arropa el Sol y la Luna
al soñador escudriña,
para conocer sus cuitas.
Soñando el alma se abre,
como una fruta madura.
Los errores se deshacen,
como partículas finas,
entre vientos irreales.
Así se acuna la vida,
entre sueños y verdades.
La vida cruzó la línea,
donde el tiempo se separa.
Bifurcándose en recuerdos,
que entre sus fauces claudican.
Atardeceres que anuncian,
la oscuridad de la sima.
En los gestos de la cara,
la certeza se vislumbra.
Cruza la línea la sombra,
de la luz que se mitiga.
Sueña siempre el soñador,
traspasando las fronteras,
de la verdad y la mentira.
Y en su etéreo caminar,
bebe del tiempo que pisa.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
15/08/2019