Pequeños vivarachos
como las uvas maduras
parecen de muchachos
pintados de diabluras.
Móbiles ojos redondos
con un brillo semi oscuro
como pozos muy hondos
donde el vistazo es puro.
Pestañas negras hirsutas
párpados como ligeras flechas
esas son como las rutas
las que ya están hechas.
Siempre el vecino mirando
que se pasea galante
Él está suspirando
a la vaca que está delante.