Estar en Venecia sin piragua. Es como ser un pobre peatón. O sentirse el amo sin un doblón. Estar en la India y adorar a la vaca. Es como rezar a la blanca paloma. Venerarla sin que nadie se la coma. O pedir un wisky en una tasca. No hay que ir tan lejos. Para ver una cornamenta. Solo entrar en una venta. Y ver lo que se refleja en los espejos. Estamos en tiempos de romerías. Cuando paseamos a los animales. Tratemoslos como seres racionales. Y vivamos sus penas y alegrías