La ilusión oscura
cubriendo la verdad de la realidad soberana,
infalible exorcismo.
El humo serpenteando ante los ojos,
vedando la claridad, dejando ver sólo la ficción.
Definitivo careo de la honestidad que encandila,
iluminando verdades de noches desmentidas.
Entre luces temblorosas de candiles palpitantes,
dibujando sombras titilantes en el papel desnudo.
Realidades de oscuras y alargadas siluetas,
de fríos y empañados cristales
rasgados de omisiones,
entre gélidos tiempos y desazones de estío,
el olvido que llega encontrando una nueva ventura.
Revirtiendo un fortuna
de casualidad de estrella oscura,
donde la luz difusa no es marca, ni guía, ni seña,
ni la autotutela encarcela verdades de certezas.
Y el propio ímpetu de temple forjado arremete,
cambiando camino, con tino de coraje expuesto
en decisiones de claros y sensatos aciertos
en abriles sin suerte, en destino de desiertos.
La tristeza no es amiga, esperanza es la elegida.
A.B.A. 2016 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires - Argentina